Sara y Ariel están estos días de luna de miel en Japón; Kyoto, Takayama, Hida-no sato, la isla de Miyajima... soprendiéndose una y otra vez de la riqueza de la cultura japonesa.
Allí también existe el McDonalds y en uno de ellos Ariel se aventuró a la fanta de melón, una bebida verde fluorescente que no sabe a melón... y que no le gustó en demasía, que parece ser que tiene un sabor a soda cremosa y dulce.
La mayoría de los restaurantes en Japón ofrecen un fuente de soda de melón, que generalmente es de Fanta, y esa es la mejor manera de disfrutar de un buen refresco de melón.
La mejor manera de experimentar la soda de melón es en un día muy caluroso con una bola de helado de vainilla en la parte superior... mmmmmmm, hay que porbarlo :-)
Las fuentes y máquinas expendedoras de fanta japonesas tienen una infinita fascinación en variedades de refrescos van y vienen.
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